Las trampas de los presupuestos de obra (y cómo no caer en ellas)
En la construcción, un presupuesto mal revisado puede convertirse en tu peor pesadilla. Aquí te cuento cómo leer entre líneas y evitar esos errores que te costarán tiempo, dinero y dolor de cabeza.
Si de algo me he percatado ayudando a constructoras y promotores a revisar sus presupuestos, es de que los números pueden ser más engañosos de lo que parecen.
A veces todo está aparentemente perfecto: el precio encaja, las partidas suenan completas y razonables y los plazos son exactamente lo que esperabas.
Pero ojo, porque más de una vez, detrás de esa fachada, se esconden sorpresas que pueden salirte muy caras.
Así que, para que no te pille desprevenido, aquí te dejo algunas de las trampas más comunes en las que no deberías caer cuando revises un presupuesto:
Partidas infladas o… demasiado ambiguas
Esto pasa más de lo que te imaginas. Te encuentras con conceptos vagos como “gastos varios” o “costes de gestión”. No te asustes, pero tampoco lo pases por alto. Pide siempre que te desglosen todo con claridad. Cuanto más concreto, mejor. Si no lo hacen, probablemente haya algo que no quieren que veas.Los temidos «extras»
Ay los “extras”... De repente, lo que parecía un precio cerrado empieza a sumar conceptos por todas partes. Que si “esto no estaba incluido”, que si “aquello va aparte”. La clave aquí está en preguntar desde el principio qué está fuera del presupuesto. Así evitarás sorpresas (y disgustos) a mitad de camino.Plazos ajustados… quizá demasiado
A todos nos encanta cuando nos dicen que la obra va a estar lista antes de lo esperado, pero cuidado con los plazos que parecen demasiado buenos para ser verdad. Un retraso en obra no solo te quita tiempo, también dinero. Pregunta siempre si esos tiempos son realistas y qué pasa si no se cumplen. Mejor curarse en salud.Materiales “de primera calidad”… ¿o no?
Esto es otro clásico: te prometen materiales de primera, pero cuando llega el momento de verlos, no son exactamente lo que imaginabas. Asegúrate de que en el presupuesto se especifiquen claramente los materiales: marca, tipo, y todo lo que te permita saber si realmente te están dando lo que pagas.Costes indirectos: los grandes olvidados
Los costes indirectos, como el transporte de materiales, gestión de residuos o alquiler de maquinaria, son como la letra pequeña de los contratos. Si no los ves detallados, pregunta. Si los dejas pasar, es probable que termines pagando mucho más de lo previsto. Recuerda que no es lo mismo traer las baldosas de Dubai, que de Madrid.Globales vs. unitarios: el truco del total
A veces te presentan una cifra global y todo parece estar bien. Pero la realidad se esconde en los detalles. Siempre es mejor desglosar las partidas y ver el precio unitario de cada cosa. Así puedes identificar si alguna partida está fuera de lugar.
Lo dicho, un buen presupuesto no es solo un número, es un mapa claro y detallado de lo que vas a recibir.
Y este “mapa” será el punto de referencia de los contratistas/subcontratistas que van a ejecutar la obra, que al final son quienes la harán llegar a buen puerto.
Así que, si está todo bien explicado y no hay dudas, puedes estar tranquilo. Si no, es mejor revisar antes de firmar.
¿Te la han colado alguna vez?
Si quieres contarme más sobre tus experiencias personales, escríbeme.
Estoy aquí para ayudarte.
Carles