Imprevistos en la obra: cuando todo parece bajo control (y no lo está)
Los contratiempos en una obra son inevitables, pero no tienen por qué convertirse en un caos. Aquí te explico cómo enfrentarte a ellos sin que tu proyecto (y tu tranquilidad) se vayan por la borda.
No importa cuántos años lleves en este sector, hay algo que puedes tener por “garantizado”: los imprevistos en obra siempre ocurren.
Ya puede ser un problema en el terreno, un proveedor que falla en el último momento o un simple cambio de parecer del cliente, que hace que toda una fase deba replantearse.
La cuestión no es si te vas a encontrar con un imprevisto, sino cómo vas a reaccionar cuando te toque lidiar con uno. Porque, créeme, tu capacidad de gestionar estos imprevistos es lo que marcará la diferencia entre un proyecto que sale adelante con éxito y otro que se convierte en un pozo sin fondo.
Te dejo algunas claves para que no pierdas la cabeza cuando aparezcan:
Haz un análisis de riesgos desde el principio
Cuando todo parece marchar bien, a veces es fácil confiarse y no plantear qué pasaría si algo sale mal. Y ahí es donde muchos proyectos empiezan a tambalearse.
Antes de que la obra arranque, dedica tiempo a pensar en los posibles escenarios negativos. ¿Qué pasa si los materiales no llegan a tiempo? ¿Y si la climatología no acompaña? ¿O si el cliente decide cambiar algo a última hora?
Tener un plan B (y, si es necesario, un plan C) te permitirá reaccionar con rapidez y minimizar el impacto del problema. Las sorpresas duelen menos cuando ya estás preparado.
Acepta que no puedes controlarlo todo (y actúa en consecuencia)
La primera regla para gestionar un imprevisto es simple: acepta que los imprevistos existen.
No gastes energía intentando entender por qué surgió el problema ni buscando culpables desde el primer minuto. Lo importante es ser práctico: ¿cuál es la mejor solución para este obstáculo que tengo delante?
Una vez solucionado, ya habrá tiempo de hacer autopsias y análisis. Pero en el momento del caos, lo que se necesita son respuestas rápidas, no lamentos.
Flexibilidad: la palabra mágica
Si algo te enseña este sector es que la rigidez es enemiga del éxito en la obra.
“Los proyectos más exitosos son aquellos que saben adaptarse.”
No quiero decir con esto que debas aceptar cambios a la ligera, pero sí que debes estar dispuesto a encontrar soluciones creativas cuando un problema lo requiera. A veces es mejor tomar un desvío temporal y avanzar por otra vía que intentar atravesar el muro a toda costa.
Ten siempre a mano los contactos adecuados
Aquí va otro consejo clave: cuando se trata de imprevistos, tu red de contactos es tu salvavidas.
Si se te rompe una máquina en medio de una fase crítica, ¿tienes a alguien de confianza que te la pueda reparar o reemplazar rápido?
Si un proveedor no cumple, ¿tienes una alternativa con quien negociar?
Los imprevistos no se gestionan en solitario. Rodéate de profesionales que te respalden y con quienes puedas contar en esos momentos, cuando todo parece desmoronarse.
Documenta todo (sí, todo)
Cada cambio que se haga sobre la marcha, cada decisión que tomes en respuesta a un imprevisto son factores cruciales para el éxito del proyecto. Documéntalo todo.
Llevar un registro detallado de cada modificación, con las razones e impactos, te dará una visión clara y será tu mejor defensa si alguien cuestiona las decisiones tomadas.
Además, tendrás una base sólida de conocimientos que te ayudará a evitar que el mismo problema se repita en futuras obras.
Concretamente, si de algo sé es de documentar el avance de las obras. Por lo que si crees que puedo ayudarte, te invito a que tengamos una reunión virtual cuando te vaya mejor.
No intentes solucionarlo todo tú solo
Es fácil caer en la tentación de querer resolver cada imprevisto por tu cuenta, pero es un error que te puede costar caro. Confía en tu equipo y delega de manera inteligente.
Intentar cargar con todo te agotará y, peor aún, puede acabar retrasando más las soluciones. La clave está en reunir a todos, exponer el problema y aprovechar las ideas de cada uno. Cuantas más cabezas piensen, más rápido y mejor saldrás adelante.
Los imprevistos son inevitables, pero con el enfoque correcto, puedes enfrentarlos de manera efectiva y hasta anticiparte. Y si te interesa ver cómo otros profesionales del sector lo han logrado, te invito a la mentoría de este jueves a las 18:00 (hora española).
Compartiremos experiencias, puntos de vista y aprendizajes para que, la próxima vez, tú también los conviertas en “previstos”.
Y lo mejor: es gratis.
Carles