¿Eres constructor? Descubre el método para no perder el control de tus obras.
Aunque llevar un registro de lo que pasa en la obra sea responsabilidad de los técnicos, hoy te explico: por qué y cómo los constructores también lo tienen muy fácil para no dejar cabos sin atar.
En la mayoría de ocasiones dejamos la labor de llevar un control exhaustivo de lo que pasa en la obra en manos de los que técnicamente tienen dicha responsabilidad. En manos de la dirección del proyecto.
Y en ningún caso digo que eso no tenga sentido, pero, después de haber conocido los entresijos de muchas obras y de haber trabajado con tantas empresas, me atrevo a decir que para una constructora que quiere marcar la diferencia no es suficiente.
Jorge, constructor de toda la vida en Bogotá, siempre ha confiado en la calidad y la rapidez de su equipo para llevar adelante sus proyectos. Y con razón:
Tiene gente competente que se ocupa de los permisos y el papeleo.
Él y sus capataces se centran en lo que mejor saben hacer, que es construir.
“Sobre papel todo parecía estar en orden, pero la realidad del terreno era muy distinta”
Pero en una de sus últimas aventuras había algo que no le cuadraba.
La reforma de un local comercial en la “Avenida Las Palmas” que tenía entre manos se estaba retrasando, y aunque sobre papel todo parecía estar en orden, la realidad en el terreno era muy distinta.
Las cosas no avanzaban como debían y fue entonces cuando se dio cuenta de que, por más eficiente que sea su equipo, el verdadero control diario y semanal del avance no podía delegarlo del todo.
Porque, si eres constructor, por mucho que tengas un buen equipo detrás, tú eres quien lo tiene más fácil para llevar el pulso de la obra. Nadie sabe mejor que tú cómo van realmente los trabajos. Y si no tienes un control propio, puedes perderte en los detalles o confiar ciegamente en un sistema que solo te da la mitad de la foto.
El constructor también puede (y debe) llevar un control diario de sus obras
El problema de Jorge es el mismo que muchos constructores enfrentan. Y no sólo en Colombia. Ni siquiera en Latinoamérica.
En muchas ocasiones confiamos en que el equipo administrativo o los capataces lo tienen todo por mano, y aunque eso es importante, la falta de un seguimiento directo, día a día, puede llevar a problemas que luego se convierten en grandes retrasos o desvíos presupuestarios que nadie quiere afrontar.
Estas son algunas de las dificultades todos hemos sufrido:
Las fotos se acumulan
Tomas fotos de todo lo que ocurre en la obra, pero luego llega el momento de revisar esas imágenes. ¿Cómo organizarlas? ¿Cómo pasarlas al formato adecuado para compartirlas? Terminas con el teléfono lleno de fotos y sin un criterio claro de qué hacer con ellas.
Los informes son pesados
Hacer un informe diario o semanal requiere tiempo. Hay que revisar lo que se ha avanzado, anotar los problemas, sacar conclusiones y luego convertirlo todo en un formato adecuado para compartir con el equipo o el cliente. El problema es que, entre encajar los formatos, revisar hilos de emails y PDFs, etc… se pierde mucho tiempo.
Falta de método
Estar constantemente de un lado a otro, apagando fuegos como si te fuera la vida en ello (realmente es la cartera, la que sí juega un papel importante…) y manteniendo contentos a los interesados, te deja poco margen para pensar e idear soluciones para redactar informes “elegantes”.
Llevar un control diario no significa que te pases el día frente al ordenador o tomando notas como si fueras el administrativo de turno. Significa estar al tanto de lo que sucede en tiempo real y tener un método rápido y eficiente para documentar lo que está pasando.
Aunque sea con fotos, un par de notas en el teléfono y una revisión rápida al final de cada jornada.
¿Y cómo podrías hacerlo mejor?
Ahora tú podrás pensar: “Claro, es fácil decirlo, pero cuando tienes que lidiar con miles de cosas al día, ¿cómo sacas tiempo para llevar ese control?”
Jorge me lo decía aún más claro:
“Entre dirigir a los obreros, echar la bronca al que lo merece, medir cómo se usan los materiales y resolver problemas sobre la marcha, ¿a qué hora voy a sentarme a escribir informes?”
Y no es el único.
Por eso marcaría un antes y un después tener un método que te permita (en cuestión de segundos) tener un informe en PDF listo en tu teléfono, y que lo puedas compartir en dos clics con el resto de interesados.
La solución está en simplificar el proceso
Llevo más de tres años ayudando a profesionales como Jorge con PLAVED, la herramienta que actualmente con la que a partir de una nota de voz y usando IA, los constructores que la usan generan cada día informes de obra rápidos de aquello que es clave para sus proyectos.
Sí, sé que he hablado muchas veces de cómo funciona pero… ¿tú ya la conoces? ¿La has probado?
Informes de obra en PDF y en menos de 5 minutos
Y es que sí, hacerlo mejor en muchos casos es posible.
A través de PLAVED, tus pensamientos se convierten en notas técnicas, estructuradas, como si de un robot que te escucha, te comprende y es tu aliado se tratase. Y eso no queda ahí, sin más.
Toda la información que subes a la plataforma está a tu alcance, y disponible para que la compartas con tu equipo (sí, es una herramienta colaborativa).
Y por otro lado, los informes que generas en la nube, te llegarán por WhatsApp a tí personalmente, y a todos los interesados que asignes.
¿Suena bien, no?
Si lo que te cuento te ha gustado, o si quieres contarme cómo lo haces tú, puedes escribirme un correo electrónico o enviarme un WhatsApp utilizando este enlace.
Estaré encantado de contártelo.
Nos vemos en la próxima.
Carles